Nueva salida en busca de la procelosa dorada, pero ni rastro de ellas. Marea de 60º, siendo la bajamar sobre las 3 de la tarde, en este caso.
Llegué a la zona de el Puente antes de la bajamar y fui encarnando los cangrejos, que por cierto llevaban en remojo más de una semana y apenas los tocaban. Cuando empezó a parar el agua me llegaron lo que a la postre fueron las únicas capturas del día. Cuatro hermosos sargos. Cuando cambió el agua, vuelta a la tónica anterior, los cangrejos permanecían impasibles en el anzuelo. Solo un choquito curioso apareció olisqueando la carnada y claro como se suele decir "Choco que vuela a la cazuela".