Las biñocas se las bebían, muchas mojarritas y sarguitos pequeñitos, por ahora parece que no han llegado aún las zapatillas. Sólo un par de lenguados alegraron estas tarde primaveral. Hace unos años estos meses eran muy buenos para los sargos picudos, pero no sé si se habrán extinguido o que habrá sido de ellos
Esperaremos a los meses restantes.
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