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lunes, 6 de enero de 2014

Caño de la Cortadura de San José

El caño de La Cortadura, popularmente conocido como Caño de La Ministra (en honor al antiguo chiringuito que existió en su orilla) es un canal artificial que une el Río San Pedro con el Caño de El Trocadero.


Perrillos

Dicho canal fue construido en el año 1813-1814, justo después de la guerra de la Independencia, siendo su función proteger los fuertes de San Luis (En la Isla de El Trocadero) y de Matagorda (En lo que hoy son los Astilleros) de futuras invasiones por tierra. Quedando toda esta zona que englobaría lo que hoy es Astilleros, Delphi, la barriada de El Río San Pedro, etc, aislado del continente. No fue muy útil, ya que en el año 1823, los cien mil hijos de San Luis comandados por el Duque de Angulema lo cruzaron para derrotar a los liberales españoles en la batalla de El Trocadero y permitir que Fernando VII restableciera la monarquía absoluta
Hoy en día este canal se encuentra fraccionado en varios trozos, ya que lo atraviesan hasta cuatro carreteras y dos antiguas linéas férreas, el agua pasa de un estanque a otro por medio de tubos que los comunican entre sí y dejan correr el agua con las idas y venidas de las mareas. Estos tubos se hayan colocados de forma que sólo entra el agua durante la pleamar y con mareas de cierto coeficiente, por ello en este lugar se ha formado un peculiar ecosistema.
Entre los habitantes mas ilustres de La Cortadura estarían los langostinos de fango los cuales a partir de septiembre yacen en sus orillas, aunque no es tarea fácil capturarlos. De noche alumbrando con una linterna se pueden observar, ya que sus ojos al ser fosforecentes los delatan. Algunos mariscadores expertos los atrapan a mano tentando el cieno del fondo.
También son muy abundantes los perrillos (pequeños peces que viven entre las algas) que tradicionalmente se usaban para encarnar los palangres para la pesca de la anguila y para la pesca del robalo al vivo.
Aparte de la fauna, las condiciones particulares de este lugar han hecho que se desarrollen otros tipos de organismos, entre ellos una interesante población de ortiguillas.
Como anécdota, recuerdo hace más de veinte años, que un verano coincidió una ola de calor con una semana de mareas muertas. Este hecho originó que durante estos días los tubos que comunicaban los estanques no recibieran el agua de las mareas lo cual junto a las altas temperaturas, hizo que se fuera perdiendo oxígeno. Pues bien, aquellos días, si ibas por la mañana temprano, te encontrabas zapatillas y robalitos en la misma orilla medio asfixiados y no tenías mas que meterles un gazapete, y en un ratito te llevabas el canasto lleno.
Hoy en día el polígono industrial situado en su orilla y el poco interés de los distintos organismos hacen que una parte de nuestro Patrimonio Histórico y Natural corra el peligro de desaparecer.

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