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domingo, 9 de noviembre de 2014

Fin de temporada

Llegando el frío las doradas abandonan la Bahía y yo , entre mi trabajo y lo poco que me gusta el frío y la lluvia, dejo la pesca hasta que vuelvan a subir las temperaturas. A modo de resumen, durante el mes de abril hubo una auténtica plaga de roncadores y mojarras de piedra. Las doradas no se vieron, sin duda por culpa de las dragas que actuaban en la entrada de la Bahía. Durante el mes de mayo y junio se cogieron muchas zapatillas, no demasiado grandes (entre el medio kilo y el kilo); como no había ruame le llegaban al muergo, a la biñoca, al camarón, etc... El mes de julio fue el punto álgido y sobre todo en las dos primeras semanas de este mes se hicieron muy buenas pesqueras de zapatillas gordas y doradas (varias de entre dos y tres kilos).Pero a partir de la tercera semana de julio la cosa comenzó a flojear. En agosto hubo poca cosa, sólo las últimas semanas, la aparición de los bancos de bailas enmendó un poco la estadística. Por último los meses de septiembre y octubre  siguen siendo nefastos, sólo alguna pieza aislada. El caso que deberían ser los meses mejores y llevamos ya varios años que en estos meses apenas se ven. Esperemos que el 2015 sea algo mejor, y tengamos salud para disfrutarlo.