
pescando con muergo desmorguillado, llegó algo de pescado terciado (algunos sargos y roncadores). Con la bajamar aprovechamos para desembarcar en Las Cabezuelas y recoger algunos muergos y sobre todo para disfrutar del espectáculo que la naturaleza nos ofrece: Enormes extensiones de arena que emergen del agua formando grandes lenguas que se pierden a la vista. Aproveché y grabé un pequeño vídeo para inmortalizar la escena.


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