
Lo intenté primero en la desembocadura del Río San Pedro, pero allí sólo saqué algunos sarguitos pequeños y había muchísimo ruame. Así que aprovechando la marea que empezaba a crecer volvimos a favor de corriente al interior de la Bahía.
En esta zona, de nuevo, igual que estos días atrás mucho ruame y muchas zapatillas pequeñitas, de hecho casi gasté el kilo y medio de muergos que había cogido. Tanteé en varios lugares cercanos al Puro y saqué varios pescados medianos aparte de muchas zapatillitas que devolví a su medio. Sobre las 12 y media, ya aburrido de recoger los anzuelos limipos y volver a encarnarlos, oigo el sonido de la chillaera soltando cordel, consiguiendo sacar una hermosa dorada de varios kilos, luego me llegó otro pescado que se me despescó y algunas zapatillas de ración, sobre la 1 y cuarto el agua empezó a correr con fuerza y como me quedaba poca carnada, emprendimos el camino de vuelta. Es curioso que en estas fechas las doradas a pesar de tener una longitud considerable están bastante flacas, ya que vienen de altamar atraídas por la riqueza en marisco de La Bahía, las que se cogen en septiembre y octubre por el contrario sí que están rollizas. (Si hay suerte y se coge alguna....vamos)
Felicidades, que buena pesquera
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